Calderas de Tui es el enclave que eligieron Teresa Ubeira y Juan Llander para la creación de su prototipo de escuela. Una escuela cuyos métodos integradores  le han llevado a situarse entre las mejores. 

          Pedagoga y neuropsiquiatra infantil decidieron crear una pedagogía distinta a la que reinaba en la década de los 70, un hogar donde vivir la diversidad. En O Pelouro caben todos y además se complementan.

          Lo importante es que el niño llegue a querer aprender  y la mayor parte del trabajo ya estará hecho.

          La escuela lidera la transformación del sistema educativo junto con otras situadas en Barcelona, San Sebastián y Madrid; pero, es la única que está acreditada como centro concertado, es decir, gratuito y reconocido por las autoridades educativas. 

          Su filosofía se basa en el modelo neuro-psico-socio pedagógico. 

          Hay niños escolarizados desde Infantil hasta Secundaria y un centro de empleo para mayores de edad, levantado por los propios alumnos, relacionado con el turismo rural.

         Esta pedagogía tiene una concepción unitaria del niño y una dedicación total a ellos. Esta concepción viene respaldada por la visión de la infancia como un periodo vital en el que se construye la personalidad.

          La experiencia, la prueba, la invención, en ensayo, la búsqueda de autosuficiencia, la no limitación de estímulos entre otras, están enfocadas al desarrollo individual y la comprensión de todos. Esto entra en contraposición con la escuela tradicional que lo que persigue es competitividad, especialización, limitaciones... en definitiva burocracia.

          La tan pretendida integración plena solo puede entenderse en un ámbito donde todos los niños convivan haciendo de su diferencia un valor individual pero también colectivo.

          Si embargo, a pesar de todas las, a priori, bondades de esta escuela, lo cierto es que con una simple búsqueda en Google pueden encontrarse también muchas opiniones negativas, principalmente de antiguos alumnos que dicen no haberse sentido bien tratados allí.

          Personalmente, si me planteara llevar a mis hijos a una escuela alternativa, buscaría información hasta debajo de las piedras porque nunca es oro todo lo que reluce.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Esta soy yo...